Hoy en día, muchas personas acuden a la naturaleza para relajarse y despejar su mente, y una vez en casa buscan mantener esa sensación de tranquilidad. Esto explica por qué cada vez más arquitectos y decoradores tienen como objetivo vincular dentro del diseño de interiores a la naturaleza con el ser humano. El término biofilia, introducido en los años 60 por el psicólogo estadounidense-alemán Erich Fromm, es traducido literalmente como “amor (filia) por la vida (bio)“. Sin embargo, en las últimas décadas, y debido a la expansión de las grandes ciudades, resulta cada vez más difícil escapar del agobio de las urbes y disfrutar de la naturaleza.
Estudios recientes confirman que nuestro bienestar físico y mental mejora en un entorno con luz y ventilación natural, así como con vistas a zonas verdes. Por eso, no es ninguna casualidad que la biofilia haya sentado la base de un diseño holístico que pretende restablecer una conexión con la naturaleza.
La naturaleza en casa
La manera más fácil de introducir la naturaleza en una vivienda es a través de las plantas. Con una pared completamente verde crearás un verdadero jardín vertical de interior. La decoración con flores también ayuda a sentir confort, y no es de extrañar que la llamada terapia floral (florapy) últimamente esté en auge. Además, dado que cada flor posee un significado y connotación emocional, incorporarlas a la decoración e incluso cambiarlas asiduamente es la manera ideal de acercarse a uno mismo.
Sea como sea, la paleta de colores presente en la naturaleza es una importante fuente de inspiración en el mundo del diseño biofílico. Por ejemplo, la amplia gama de tonos verdes presentes en la naturaleza va de la mano de tonalidades tierra que pueden llegar a contrastar con las explosiones de color del mundo floral. Asimismo, sobra decir que los colores también influyen mucho en el estado de ánimo. Para el dormitorio, lo mejor es elegir tonos de gris neutros o azules relajantes. En la zona del desayuno, en cambio, puede traer el sol a la casa jugando con el amarillo y el naranja.
Se trata de “sentir” lo que mejor conviene a cada espacio y de dejarse inspirar por la naturaleza más auténtica. Por ejemplo, la madera de un antiguo tronco de árbol, áspero y desgastado, puede emplearse como mesa de centro, y también la elección del suelo, más si es de madera recuperada y que emule su aspecto más auténtico, puede ayudar a diseñar una decoración natural y sostenible. Bajo esta filosofía, sus suelos laminados son la solución idónea para incorporar, de forma sostenible, la naturaleza al diseño de interiores.
Belleza y sostenibilidad en un mismo suelo
Las colecciones de laminados de Quick-Step ofrecen una amplia gama de suelos que permiten introducir de manera ecológica la madera en interiores. Optar por muebles con formas orgánicas y revestimientos de pared con motivos de hojas, así como decorar con conchas o musgo es también otra manera de incorporar la naturaleza al hogar. A diferencia de otras tendencias más rectas e inflexibles, la biofilia no impone reglas y no todo debe quedar perfecto, pues en la imperfección encuentra también belleza.
Dos ejemplos claros son los suelos laminados de la serie Capture e Impressive Ultra de Quick Step, donde se ha perfeccionado los atributos realistas de un piso de madera real, presentando un aspecto y un tacto natural excepcionales.
Gracias a la estructura de su superficie y a su capa superior extra mate, el laminado ofrece el mismo tacto que la madera auténtica sin la preocupación de mantenimiento de esta por su capa superior ultrarresistente y a un núcleo duro de HDF, con un 100% de madera recuperada en el corazón de cada lámina, su condición frente a golpes o arañazos es muy elevada. Aprovechando los flujos de residuos de otras industrias, Quick-Step reutiliza maderas procedentes de aserraderos, dándoles un nuevo uso y evitando la tala de nuevos árboles. Una clara apuesta por la sostenibilidad.