Hoy en día, los suelos laminados constituyen una de las primeras opciones a la hora de diseñar nuestros hogares y espacios de trabajo. Sin embargo, no siempre fue así. Hoy queremos mostrarte cómo los suelos laminados se establecieron con fuerza en el mercado.
Un poco de historia
Los materiales laminados tienen una larga trayectoria en el área de la edificación y de las reformas de interior. Si hacemos un poco de historia, nos tenemos que remontar cien años atrás, concretamente hasta los años 20 del siglo pasado, para encontrar sus primeras instalaciones.
Pero no fue sino hasta finales de la década de los setenta que comenzó a utilizarse para pavimentar los interiores de las casas. Todo ello gracias a la idea de una empresa del sur de Suecia de crear suelos bonitos, que fueran lo suficientemente resistentes como para soportar los desafíos reales de la vida cotidiana y seguir manteniendo un aspecto estupendo después de años de uso. Hoy en día, es la opción de la mayoría de arquitectos y diseñadores de interiores en sus proyectos.
Los suelos laminados son una excelente opción para la decoración del hogar debido a su durabilidad, bajo costo y facilidad de instalación. Estos suelos están compuestos de varias capas, incluyendo una capa superior transparente resistente a los arañazos y manchas, una capa decorativa que puede imitar la apariencia de la madera, piedra o baldosas, y una capa base de alta densidad que proporciona estabilidad y resistencia a la humedad.
Ventajas al instalar suelos laminados en casa
Entre las ventajas de los suelos laminados se encuentran su fácil limpieza, resistencia al desgaste y a las manchas, y su capacidad para resistir la humedad, lo que los convierte en una excelente opción para zonas de alto tráfico o para hogares con mascotas o niños pequeños. Además, los suelos laminados suelen ser más económicos que los suelos de madera o baldosas, lo que los convierte en una excelente opción para aquellos que buscan renovar su hogar con un presupuesto limitado.
Amplia gama de diseños
En cuanto a la estética, los suelos laminados pueden imitar la apariencia de una gran variedad de materiales, incluyendo madera, piedra y baldosas, por lo que son muy versátiles y pueden adaptarse a una amplia variedad de estilos decorativos. En general, los suelos laminados ofrecen una excelente relación calidad-precio y son la mejor opción para aquellos que buscan un suelo duradero, resistente y fácil de mantener.
Instalación en click
Si hablamos de su sistema de instalación, nuestros suelos laminados Quick Step vienen dotados con un sistema de click patentado por nuestra empresa matriz (Unilin) que permite que las tablas se unan sin necesidad de pegamento o clavos. Esto hace que la instalación sea más rápida y sencilla que la de otros tipos de suelos.
Mantenimiento de los suelos laminados
Asimismo, los suelos laminados son fáciles de mantener y limpiar como os hemos referido anteriormente. Sólo se necesita una aspiradora y un paño húmedo para mantenerlos limpios y en buenas condiciones. También son resistentes a la mayoría de las manchas, de ahí si idoneidad para la reforma en hogares con niños y/o mascotas.
Sin embargo, es importante tener en cuenta que los suelos laminados no son tan resistentes como otros tipos de suelos, como la madera maciza o el mármol. También pueden rayarse y dañarse con el tiempo, por lo que es importante cuidarlos adecuadamente para mantenerlos en buen estado.