Por qué usar una capa de subsuelo al instalar tu nuevo suelo Quick-Step

Cuando invertimos en un suelo de alta calidad como los de Quick-Step, ya sea laminado, vinílico o parquet, nuestra atención suele centrarse en el diseño, la durabilidad y la estética de la superficie visible. Sin embargo, existe un componente crucial, a menudo olvidado. Este componente es la verdadera base de la excelencia: el subsuelo.
Un subsuelo idóneo no solo proporciona la estabilidad que tu suelo merece. También actúa como un potente aislante contra el ruido y las variaciones de temperatura, elevando significativamente el confort y la funcionalidad de tu hogar.
Antes de colocar su suelo Quick-Step®, debe instalar un subsuelo
Una capa de subsuelo inadecuado puede comprometer la integridad y la vida útil de incluso el mejor suelo de calidad.
Es como construir una casa con los mejores materiales y acabados, pero sobre unos cimientos inestables. Por muy bonito y resistente que sea la elección de tu suelo laminado, vinílico o de madera, si la base sobre la que se asienta no es la correcta, tarde o temprano surgirán problemas.
Un subsuelo deficiente puede provocar:
- Deformaciones y abombamientos: Si el subsuelo no está nivelado, el suelo superior se verá forzado a adaptarse a las irregularidades, provocando que las lamas se levanten o se hundan en ciertas zonas.
- Ruidos molestos: Los crujidos y chirridos al caminar suelen ser un síntoma de un subsuelo inestable o mal instalado.
- Desgaste prematuro: Las tensiones constantes y la fricción por una base irregular acortan drásticamente la vida útil de la capa de uso y de las uniones.
- Problemas de humedad: Si no incluye una barrera antihumedad adecuada, la humedad ascendente desde el contrapiso puede dañar irreversiblemente el suelo.
Por eso, la inversión en un subsuelo idóneo como los de Quick-Step es tan crucial como la elección del propio suelo. Es la base invisible que garantiza la estabilidad, durabilidad, confort acústico y protección contra la humedad que tu suelo Quick-Step se merece.