Más Allá de la Estética: Por Qué el Grosor del Suelo Laminado es Clave para Cada Espacio

La elección del suelo laminado adecuado para cada espacio de nuestro hogar va más allá de la estética. Al seleccionar un suelo laminado para nuestro hogar, es innegable que la apariencia juega un papel fundamental. El color, el diseño y la textura capturan nuestra atención y definen el estilo de una estancia. Sin embargo, la funcionalidad y durabilidad del suelo a lo largo del tiempo dependen en gran medida de un factor que a menudo pasa desapercibido para quienes no son expertos: el grosor de las lamas.
El grosor de un suelo laminado, que típicamente varía entre 6 y 14 milímetros, no es una simple medida dimensional; es un indicador crucial de sus prestaciones y su idoneidad para los diferentes niveles de exigencia que cada espacio de nuestro hogar demanda. Ignorar este aspecto en favor únicamente de la estética puede llevar a elegir un suelo que no resista adecuadamente el uso diario en una determinada área, resultando en un desgaste prematuro, daños e insatisfacción a largo plazo.
Seleccionar el grosor idóneo para cada estancia garantizará un rendimiento óptimo y una mayor vida útil del suelo.
¿Por qué es tan importante el grosor?
El grosor de la lama de suelo laminado impacta en varios aspectos clave de su rendimiento:
- Estabilidad y Resistencia al Impacto: Las lamas más gruesas tienden a ser más estables y menos propensas a flexionarse. Esto se traduce en una mayor resistencia a los impactos provocados por la caída de objetos, reduciendo la posibilidad de abolladuras o daños en la superficie.
- Durabilidad y Vida Útil: Si bien la capa de desgaste (determinada por la clasificación AC) es fundamental para resistir la abrasión superficial, un núcleo más grueso proporciona una mayor solidez general al panel, contribuyendo a la durabilidad estructural del suelo, especialmente en zonas de alto tránsito.
- Aislamiento Acústico: Un mayor grosor ayuda a absorber mejor el sonido, reduciendo el ruido de pisadas y mejorando la acústica de la estancia. Esto es particularmente beneficioso en pisos o en áreas donde se busca minimizar la transmisión de ruidos.
- Facilidad de Instalación y Tolerancia a Irregularidades: Las lamas más gruesas suelen ser más rígidas, lo que facilita su instalación y les permite salvar pequeñas irregularidades en el subsuelo con mayor eficacia que las lamas más delgadas.
- Sensación al Caminar: Un suelo laminado más grueso a menudo proporciona una sensación más robusta y similar a la madera maciza al caminar sobre él, lo que puede mejorar la percepción de calidad y confort en el hogar.
El Grosor Ideal para Cada Estancia:

Considerando que cada área de la casa tiene un nivel de tránsito y unas necesidades específicas, el grosor del suelo laminado debe adaptarse a ellas. A continuación, analizamos el grosor recomendado para diferentes estancias del hogar, considerando el nivel de tránsito y las necesidades específicas de cada una:
Dormitorios y Zonas de Bajo Tráfico:
Para áreas con poca afluencia de personas, como los dormitorios de invitados o vestidores, un suelo laminado con un grosor de 6 a 7 milímetros suele ser suficiente. Estos suelos son más económicos y fáciles de instalar. Ofrecen una resistencia adecuada para un uso ligero y proporcionan una base confortable para el día a día en estas estancias.
Salones, Comedores y Pasillos:
Estas zonas experimentan un tránsito moderado a alto y están más expuestas al desgaste diario. Por ello, se recomienda optar por suelos laminados con un grosor de entre 8 y 10 milímetros. Este rango de grosores ofrece una mayor estabilidad, una mejor resistencia a la abrasión y al impacto de objetos que puedan caer, y contribuyen a una pisada más sólida y menos ruidosa en comparación con los grosores inferiores. En el caso particular de los pasillos, al ser zonas de distribución y paso constante, un grosor de al menos 8 mm es aconsejable.
Cocinas y Entradas:
Las cocinas y las áreas de entrada son espacios de alto1tráfico y potencialmente expuestos a una mayor humedad y derrames. Si bien el grosor por sí solo no determina la resistencia al agua (esta depende fundamentalmente del material del núcleo y el sellado de los bordes), un suelo laminado con un grosor de 8 a 12 milímetros proporcionará la robustez necesaria para soportar el ajetreo diario de la cocina. Es crucial, en estas zonas, asegurarse de que el suelo laminado cuente con una alta clasificación de resistencia a la abrasión (AC4 o AC5) y, preferiblemente, con tecnologías específicas de resistencia a la humedad.
Zonas de Alto Tráfico Comercial o Doméstico Intenso:
Para viviendas con mucha actividad, familias con niños o mascotas, o incluso para ciertos espacios comerciales de tránsito moderado, los suelos laminados de 10 a 12 milímetros o incluso superiores (hasta 14 mm o más) son la opción más recomendable. Estos grosores ofrecen la1máxima durabilidad, una excelente resistencia al impacto, una pisada muy sólida y contribuyen significativamente a la reducción del ruido por impacto. Son una inversión a largo plazo que garantiza un rendimiento excepcional en las condiciones más exigentes.
Consideraciones Adicionales
Es importante recordar que, además del grosor, otros factores como la clase de uso (indicada por la normativa AC, que mide la resistencia a la abrasión) y la calidad del núcleo de fibra de alta densidad (HDF) son determinantes en la durabilidad y resistencia del suelo laminado. Un suelo más delgado con una alta clasificación AC y un buen núcleo puede ser más resistente al desgaste superficial que uno más grueso con una clasificación inferior.
Asimismo, al elegir un grosor superior, es fundamental considerar la altura de las puertas y la posible necesidad de utilizar perfiles de transición para nivelar con otros tipos de suelos adyacentes.
En conclusión, si bien la estética nos atrae inicialmente, la elección inteligente de un suelo laminado pasa por considerar detenidamente el grosor de sus lamas en función del uso que tendrá en cada espacio. Un grosor adecuado garantiza que el suelo no solo se vea bien al principio, sino que también mantenga sus cualidades y belleza a lo largo del tiempo, soportando el ritmo de vida de nuestro hogar. Consultar las especificaciones técnicas del fabricante y buscar asesoramiento profesional son pasos clave para acertar en esta importante decisión.